Si 2022 fue un parteaguas para el turismo espacial al hacer realidad los viajes recreativos y de ocio fuera de la Tierra, 2023 se convertirá en el año en el que, por fin, si no cambia lo que ya se tiene planeado, lleguen los primeros turistas a la Luna.
Si bien 2023 estará marcado por importantes misiones espaciales, las de turismo no se quedarán atrás. Será el proyecto Dear Moon, del cual conocimos sus detalles por primera vez en 2018 y, que es impulsado por SpaceX de Elon Musk, el que haga realidad el sueño de los amantes de la ciencia ficción, al poder orbitar la Luna.
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La tripulación de esta misión es, además, peculiar, ya que quien pagó por este primer viaje comercial es el empresario de la moda japonés Yusaku Maezawa, quien seleccionó a ocho acompañantes de viaje de acuerdo a sus capacidades creativas y artísticas, así, entre la tripulación está el dj estadounidense Steve Aoki, el youtuber Tim Dodd, mejor conocido como Everyday Astronaut, el fotógrafo irlandés Rhiannon Adam, el fotógrafo Karim Iliya, el actor indio Dev Joshi, el documentalista Brendan Hall y el rapero surcoreano Choi Seung Hyun.
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La misión de seis días tiene contemplado despegar en 2023 a bordo de la nava Starship y todos los gastos de la tripulación serán absorbidos por Yusaku Maezawa, quien en diciembre de 2021 realizó su primer viaje al espacio a bordo de la nave rusa Soyuz; 12 días pasó en la Estación Espacial Internacional.
Así, el futuro del turismo de hiper lujo pone los ojos en las estrellas y ya varias empresas se preparan para poder ofrecerlos con la más avanzada tecnología y, que ya han podido gozar Richard Branson, Elon Musk y Jeff Bezos, así como el primer turista espacial, el multimillonario estadounidense Dennis Tito, quien invirtió 20 millones de dólares para volar a la Estación Espacial Internacional en 2001.
Algunos otros proyectos como los globos de helio que permiten ver la Tierra desde la estratósfera, también ya se ven en un futuro no tan lejano y con presupuestos mucho más accesibles.
La tierra vista desde un globo
Hace 13 años nació Zero 2 Infinity, una empresa dedicada en ofrecer alternativas para llevar turistas al espacio a bordo de una cápsula elevada por medio de un gigantesco globo de helio, un proyecto que fue denominado Bloon.
Esta cápsula que supera tres veces la altura que alcanza un avión comercial, alcanza 36 km sobre el suelo, desde donde se puede apreciar una espectacular vista de nuestro planeta, la línea azul de la atmósfera y la oscuridad absoluta del espacio. Cada una de las cápsulas podrá tripular cuatro pasajeros con una duración de cuatro horas; una hora y media de ascenso, dos horas flotando y una hora de descenso. Se estima que el costo de esta experiencia rondará entre los 90 mil y 110 mil euros.
World View
Esta es otra de las empresas de las que escucharemos en el futuro, ya que también ofrecerán viajes en globos aerostáticos directos a la estratósfera por un costo de 50 mil dólares por pasajero. Actualmente ya hay programados siete vuelos para conquistar el cielo a partir de 2024. En su página de Internet se pueden reservar hasta ocho asientos.
Virgin Galactic
Con viajes suborbitales por precios que podrían ir de los 450 mil a los 600 mil dólares por asiento, la empresa del multimillonario Richard Branson busca sumarse a los tours no tan caros para quienes quieran experimentar la gravedad cero y poder ser testigos de panorámicas a través de sus vehículos espaciales de altísima tecnología.
Hospedaje con lujo espacial
Con vista directa a la Tierra será la máxima atracción del primer hotel de súper lujo del espacio, un hospedaje que promete más que cinco estrellas. Se trata del proyecto de la empresa estadounidense Orbital Assembly. La idea primordial de este alojamiento de lujo que podría llamarse Pioneer es recibir a sus primeros viajeros en 2025. La capacidad del hotel espacial será de hasta 28 personas. Existe otro proyecto de hospedaje más ambicioso, Voyager, que podrá recibir cómodamente a 400 huéspedes.
La estructura del proyecto será la misma que cualquier otro hotel de lujo del mundo, con estupendas amenidades, exquisita comida y experiencias recreativas, pero con una arquitectura diferente: varios módulos conectados por elevadores que formarán una especie de rueda giratoria, la cual orbitara la Tierra. Para que los viajeros espaciales se sientan como en casa, se creará gravedad artificial; el centro de la estación no contará con ella, pero a medida que se aleje hacia los módulos ésta permitirá condiciones similares a las de la Tierra, pero con el gran diferenciador de poder ofrecer un paisaje único.
Trabajar mirando a las estrellas
Es la empresa aeroespacial de Jeff Bezos, Blue Origin, la que está detrás de este proyecto estelar junto con la start up de Colorado, Sierra Space, en conjunto ya buscan la posibilidad de poner en marcha el proyecto Orbital Reef, que pretende ser un centro de negocios que ronde la órbita terrestre. Si los planes salen como los tienen contemplados la construcción de la misma podría empezar a inicios de 2027, también se habla de las posibilidades de que este ambicioso proyecto pueda suplir, en su momento, a la Estación Espacial Internacional, la cual ya tiene más de 20 años de bridar servicio. Una excelente opción para quien busca concentración máxima lejos de casa.