Si en estas vacaciones de Semana Santa saliste a divertirte a una playa cercana y viste que no hay punto de comparación entre la frescura de los mariscos que estuviste consumiendo durante el viaje y los que encuentras en tu colonia de la zona metropolitana del país, y por ello te has animado a comprar algunas piezas para cocinar en casa, la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) ha publicado algunas recomendaciones para seleccionar estos productos al comprarlos, así como para favorecer su conservación.
Entre las costas más cercanas a la Ciudad de México, está sin duda, Veracruz, donde puedes encontrar pescados y mariscos para el consumo inmediato y los recién sacados del mar, presas o lagunas para traer a casa; siempre considera adquirirlos ya que emprendas el camino de regreso y haber verificado cualquier tema de seguridad en tu auto para que no tengas que hacer paradas en carretera y eso alargue las horas de recorrido.
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Entre las playas de este bello puerto y que están a pocas horas de la Ciudad de México, está Tecolutla a 2 horas 40 minutos; Tuxpan, a tres horas y media; Barra de Cazones y Costa Esmeralda a cuatro horas, tiempo en el que si sigues los tips de compra y del procedimiento para transportación, sin problema llegará tu pescado o mariscos en excelente estado para que sigas disfrutando de las delicias del mar en casa.
¿Qué debes revisar al comprar productos del mar?
Antes que todo, no olvides llevar una hielera cuyo uso sea específicamente para los pescados y mariscos que vayas a transportar; puedes comprar una desechable de unicel, también compra sal de grano, hielo y cinta para sellar la tapa del contenedor. De acuerdo a la Profeco, revisa que el pescado esté fresco, que su piel y ojos estén brillantes y las escamas bien adheridas, así como cuidar que no desprenda mal olor. En el caso de ostiones, mejillones y moluscos, deben tener su concha bien sellada.
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Procedimiento para transportarlo a casa
Recuerda que los pescados y mariscos son alimentos perecederos y sus propiedades se alteran rápidamente, por lo que es necesario mantenerlos a una temperatura de entre 0 y 4 grados Centígrados desde su captura, distribución y al llegar al destino final, que en este caso, será tu cocina. Si compras pescado pide que le quiten todas las vísceras, las escamas y la cabeza; que lo enjuaguen bien y que lo vayan acomodando en la hielera. Normalmente es un proceso que los mismos vendedores ya dominan y sabrán hacer, pero solo supervisa que sobre la capa superior del hielo que cubra tus mariscos y pescados pongan una capa gruesa de sal de grano, la cual evitará que el hielo se derrita, y finalmente coloca la tapa y séllala con cinta adhesiva.