Este mes de septiembre los mexicanos estamos de fiesta, ya que conmemoramos a los héroes de Independencia que dieron libertad a nuestra patria a través de su lucha armada, un evento que marcó el rumbo del país y que celebramos cada año con mucha alegría y júbilo para acercarnos a las leyendas de estos personajes que ahora son importantes para la nación.
Sin embargo, existen otras historias poco conocidas sobre el movimiento de independencia en el país y si te gusta lo paranormal, hoy vamos a recorrer las calles de la CDMX para adentrarnos en la leyenda del fantasma de la Independencia de México, para conocer uno de los aspectos más oscuros de esta lucha social por los derechos de los ciudadanos de la república.
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¿Cuál es la leyenda del fantasma de la Independencia en la CDMX?
Para conocer esta leyenda fantasmal puedes hacer un recorrido por la plaza Valentín Gómez Farías en la colonia Mixcoac, en la Ciudad de México, un sitio que además de contener esta escalofriante historia está cubierta de hermosos recintos arquitectónicos, cultura y un pasado fascinante en sus alrededores, además de ser el hogar de este espíritu que se niega a dejar la capital.
El llamado “Padre de la Reforma” que vivió en el barrio de San Juan, ubicado en la zona de Mixcoac en la capital metropolitana es el alma en pena que ronda en estos rincones, en una casona enorme que actualmente son las instalaciones del Instituto Mora a quien se le declaró como enemigo de la iglesia, un personaje llamado el fantasma de Mixcoac.
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Se dice que el alma en pena de Valentín Gómez Farías ronda estos lugares debido a una extraña petición que realizó a su hija un poco antes de su muerte. Era el año 1858 y ante su falta de aprecio hacia todo lo relacionado con la iglesia, le pidió a sus familiares que lo enterraran en el enorme patio de aquella casona sin realizar ningún ritual religioso o de algún otro tipo.
Al enterarse de su muerte, algunos jerarcas católicos avisaron a los familiares que no iban a perdonarle nada que haya hecho en vida y que tampoco le iban a otorgar los servicios para su descanso eterno, por lo cual su alma sería condenada a permanecer en el limbo, especialmente al ser acusado de blasfemia, por lo que fue condenado como persona maldita, de donde surgió la leyenda del fantasma de Mixcoac.
Aunque sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres en el año 1993, el espíritu de este personaje aún se aparece en Mixcoac, sitio donde fue maldecido y donde se dice, quiso ofrecer su alma como un acto de rebeldía contra el clero, así que ten cuidado si decides dar un paseo por ese lugar en estas fechas patrias, pues probablemente te encuentres con el fantasma en uno de tus recorridos nocturnos por la capital metropolitana.