JOYAS EN LA CDMX

El regalo del Emperador Maximiliano destinado para Carlota y que ahora puedes usar en la CDMX

La CDMX fue el hogar de la pareja imperial Maximiliano de Habsburgo y Carlota, por lo que todavía es posible encontrar huella de su paso en rincones de la capital

Viajes históricos.Conoce MéxicoCréditos: INAH
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En la CDMX es posible encontrar numerosos sitios de interés que demuestran la historia y la evolución de su población, así que no es extraño todavía ver los tesoros que dejaron personajes ilustres, como el es caso de la pareja imperial Maximiliano de Habsburgo y Carlota, quienes llegaron a México el 28 de mayo de 1864 para liderar el Segundo Imperio mexicano. Así, en esta ocasión te hablaremos de un peculiar regalo que el emperador dio a su amada y que, hoy en día, podemos utilizar. 

Son varios los puntos de la capital en los que esta pareja dejó su huella, por ejemplo, el Paseo de la Reforma, avenida que antes era conocida como Paseo de la Emperatriz, así como el Castillo de Chapultepec, donde se conserva una de sus elegantes carrozas, y la Alameda Central, espacio que frecuentaban durante su imperio. 

No obstante, existe un rincón en el Primer Cuadro de la CDMX donde se encuentra un obsequio que mandó hacer el emperador Maximiliano de Habsburgo para Carlota y que, si bien en su momento no se ocupó, actualmente, es un punto de interés para los turistas gracias a su belleza arquitectónica. ¿Quieres conocerlo? Aquí te contamos los detalles para que lo conozcas. 

La joya arquitectónica que Maximiliano de Habsburgo dio a Carlota en el Palacio Nacional

El Palacio Nacional también era un lugar clave para el matrimonio europeo, pues aquí Carlota se daba a la tarea de realizar decenas de eventos sociales y políticos, dado que al ser uno de los sitios que más frecuentaban, le mandaron a hacer varias remodelaciones dándole al recinto toques estéticos inspirados en los gustos de su continente. 

De acuerdo con los archivos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la pareja dejó en el Palacio Nacional una gran joya, ‘La Escalera de la Emperatriz', que Maximiliano le obsequió. Este tesoro arquitectónico estuvo a cargo de las manos de Ramón Agea, quien en su momento dijo que “aplicó un principio de modernidad, por medio de la técnica de ‘estereotomía’, que le da una apariencia elegante”.

En su momento tuvo una gran relevancia esta escalera, pues está “volada”, es decir, no tiene pilares de los cuales pueda sostenerse, sino que sólo fue anclada del piso del inicio al piso de la planta a la que sube, simulando que sale del muro en el cual está recargada. Debido a esto, la escalera nunca fue usada, pues Carlota no estaba convencida de que no se fuera a caer. 

Se dice que el emperador Maximiliano de Habsburgo ordenó probarla con varias personas y hasta con caballos para ponerla a prueba, pero jamás fue utilizada. En la actualidad, es posible verla en un estado de conservación excelente que hasta puedes usarla durante tu visita por el Palacio Nacional, el hogar del presidente mexicano en turno, Andrés Manuel López Obrador.