México cuenta con diversos santuarios naturales esparcidos a lo largo y ancho del territorio nacional, sin importar que sea en el desierto, frente al mar, o en las playas bañadas por las increíbles aguas turquesa de los océanos pertenecientes a nuestro país, la República Mexicana es considerado uno de los cinco países más megadiversos a nivel mundial.
De acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, está invaluable condición de México se debe a que cuenta con una gran diversidad de ambientes, suelos y climas, así como playas y zonas costeras que son claro ejemplo de la diversidad natural y los escenarios increíbles con los que México recibe a turistas nacionales e internacionales.
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Tres de los principales atractivos de la megadiversidad mexicana
México puede catalogarse como un enorme santuario natural en sí mismo, y es que gracias a la diversidad de ecosistemas que podemos encontrar en todo el territorio, es fácil toparse con increíble fauna Silvestre con especies propias del territorio mexicano, ya sea en los mares o en la tierra, además de contar con de las especies de plantas y flores más prolíficas del mundo.
Golfo de California
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Considerado como el acuario del mar este increíble destino ubicado en el noreste de México es un sitio de increíble belleza pues aquí pueden darse increíbles avistamientos con ballenas que vienen una vez al año, además de que puedes encontrarte con focas o delfines en un paseo por uno de los mares más increíbles del mundo.
Reserva Tufted Jay, Mazatlán
Ubicado en un ecosistema en su mayoría de tierras húmedas, aquí podemos encontrar increíbles aves de diferentes especies que hicieron de ese Santuario su hogar desde hace varias generaciones, este sitio se encuentra enclavado en la sierra entre Durango y Sinaloa en uno de los hábitats más prolíficos, naturalmente hablando, de toda la República Mexicana.
Reserva de la Mariposa Monarca en Michoacán
Un destino de increíble belleza e incalculable valor para estas especies que hacen su vida al norte del continente americano y que llegan a tierras mexicanas para disfrutar la calidez de este sitio en una zona boscosa de inolvidable belleza donde las monarcas hacen su hogar durante algunas semanas y terminan su época de procreación.