Seguramente has visto el gatito blanco con su garra levantada en muchos establecimientos chinos -en cualquier parte del mundo-, pero hay que aclarar que el origen de Maneki-neko -el nombre de este michi- es en un templo de Japón, por lo que te gustará conocerlo si tienes en puerta un viaje a ese bello país insular.
La creencia es que quien tiene una figurilla de este gato, atrae para sí la buena suerte y el éxito; los hay en madera, porcelana o metal, y aunque es posible verlos en varios colores, el tradicional es blanco, levantando la pata para "llamar" a las personas que lo ven. Te contamos dónde está el templo dedicado al michi Maneki-neko.
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¿Dónde está el templo del gato de la suerte?
Una vez aclarado que no es de China sino de Japón, el templo dedicado al gato blanco de la suerte está en el distrito de Setagaya, en Tokio, la capital de Japón. La entrada es gratuita y tiene un horario de 6 de la mañana a 6 de la tarde; puedes llegar a bordo de la línea Tokyu Setagaya, y desde la estación Miyanosaka te harás una caminata de cinco minutos aproximadamente.
Este sitio dedicado a los michis de la suerte es el templo Gotokuji, que data de 1680 a 1681, y de acuerdo a la leyenda popular, un monje que habitaba este templo adoptó al gatito. En una ocasión, un samurái que pasaba por esa zona, se refugió bajo un ábol cercano al templo durante una tormenta; vio al gato que le llamaba con la manita desde el interior, y al acercarse el samurái al felino, el árbol bajo el cual se reguardaba fue destruido por un rayo.
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En agradecimiento, el samurái reconstruyó el templo que fue afectado por la tormenta y desde entonces es un lugar de fe para quienes solicitan alguna petición al gatito de la suerte. La tradición es que adquieras en la entrada una pieza del Maneki-neko, escribas en él tu deseo y dejarlo en cualquier área de los jardines sagrados o en el interior del templo.
Para quienes optan por llevarse el gato con el deseo escrito a casa, la promesa es que una vez cumplida la petición, los viajeros deben volver para dejar al Maneki-neko en su templo. Es parte de las tradiciones e ideología de Japón, una de las culturas más impresionantes del mundo y que muestra este respeto y admiración a los animales.