En las vacaciones de verano han predominado los días nubosos, con lluvias, chubascos y hasta la caída de granizo; lo anterior porque estamos en plena temporada de ciclones tropicales, que en este 2024 inició el 15 de mayo para la zona del Océano Pacífico y el 1 de junio en el Océano Atlántico.
Aunque el verano es cuando más nos atraen destinos de playa, ya sea en el Caribe Mexicano o las del Pacífico en estados como Michoacán, Oaxaca o Jalisco (por mencionar solo algunos), es también cuando hay que estar al pendiente de los fenómenos hidrometeorológicos a través de los informes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para evitar que la presencia de un ciclón esté cercano a la costa que hayamos elegido para vacacionar; o peor aún, que evolucione a huracán.
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En la actual temporada de ciclones tropicales, el que ha causado afectaciones a destinos de playa y en consecuencia, a los viajeros que paseaban por esa región, fue "Bery", el segundo que se presenta en el Atlántico y que generó fuertes lluvias, inundaciones, trombas, viento intenso y alto oleaje principalmente en zonas de la Península de Yucatán.
¿Por qué se les dan nombres propios a los ciclones tropicales?
Ya sea que te haya tocado durante algunas vacaciones o que te enteres por las noticias, sabrás que estos fenómenos hidrometeorológicos que se catalogan como tormenta tropical, ciclón o huracán dependiendo su evolución, son identificados con nombres propios, y si causan mucho daño, sin duda son más recordados.
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Pero, ¿por qué razón ponerles nombres propios y quién los elige? En un video compartido por la Conagua en su cuenta de X, se explica que desde 1978 se hizo un listado para tener nombres que identifican a estos eventos climáticos en el Pacífico, y un año después, se hizo la del Atlántico. Esto está a cargo del Comité de Huracanes del Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami, Estados Unidos de la Organización Meteorológica Mundial.
Además de servir como una identificación por parte de los meteorólogos, darles un nombre a los ciclones sirve para que sea más fácil para la población darles seguimiento cuando se informa al respecto. Los nombres fueron propuestos por el Comité de Huracanes, y son tanto masculinos como femeninos; en idiomas inglés, español y francés.
Las listas de nombres se vuelven a retomar cada seis años, y si una nación lo solicita, se puede eliminar o cambiar un nombre en caso que este ciclón o huracán haya causado gran devastación; el nuevo nombre deberá ser con la misma inicial, género e idioma que el suprimido.