Si sueles viajar por trabajo o necesitas facturar gastos de transporte, vuelos u hospedaje, es probable que hayas tenido que entregar tu Constancia de Situación Fiscal más de una vez. Pero eso está por cambiar. El SAT está impulsando el uso de la Cédula de Datos Fiscales, una versión más práctica y segura del documento, excelente para quienes hacen compras o solicitan facturas durante sus recorridos laborales. Así evitas cargar con papeles innecesarios y proteges mejor tu información personal en cada destino.
Si últimamente has escuchado que la Constancia de Situación Fiscal ya no sirve, calma, no es tan así. Aunque el SAT impulsa el uso de la Cédula de Datos Fiscales, eso no quiere decir que la primera haya desaparecido. Más bien, ahora se busca facilitar ciertos trámites —como las facturas— sin exponer datos que no siempre es necesario compartir, como tu domicilio o si eres socio de una empresa.
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La razón de este cambio es proteger mejor tu información personal. La Cédula de Datos Fiscales tiene solo lo esencial: RFC, nombre, régimen fiscal y código postal. Además, incluye un código QR que permite validar la autenticidad del documento. Esto es suficiente para que un comercio emita tu factura correctamente, sin tener que mostrar todos los detalles que vienen en la constancia.
¿Ya no es válida la Constancia de Situación Fiscal?
Muchas personas creen que la Constancia de Situación Fiscal dejó de ser válida, lo cual no es cierto. El SAT ha aclarado que ambas siguen vigentes. La diferencia es que ahora puedes usar esta cédula en más situaciones cotidianas, como en compras donde necesites factura, sin mostrar más información de la necesaria.
Esta confusión se ha dado sobre todo porque algunos negocios siguen pidiendo la constancia para emitir CFDI, aunque el SAT ya dijo que eso no es obligatorio y hasta lo considera una mala práctica. Así que si ya tienes la cédula, puedes usarla sin problema, y si aún prefieres la constancia, puedes conseguirla sin cita en las oficinas del SAT.
Ahora, ¿qué tiene que ver esto con los viajes? Mucho, especialmente si sueles moverte por trabajo. En México, los viajes de negocios son deducibles de impuestos, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Y claro, parte de eso es tener la factura bien emitida, con los datos correctos de tu RFC, sea usando la cédula o la constancia.
Si planeas deducir esos gastos, hay reglas: Puedes incluir el transporte, el hospedaje, la comida y la renta de autos, pero siempre y cuando tengas comprobantes válidos, pagues con medios electrónicos (nada de efectivo) y el motivo del viaje sea estrictamente laboral. Olvídate de deducir un viaje de descanso o unas vacaciones.
Para que tus gastos pasen sin problema ante el SAT, asegúrate de pedir facturas con tu RFC, que incluyan todos los datos fiscales, y guarda comprobantes como pases de abordar o reservas de hotel si sales del país. Hay montos máximos establecidos para cada categoría, sobre todo cuando se trata de viáticos en el extranjero.
Si tienes viajes de trabajo en puerta, ahora puedes usar la Cédula de Datos Fiscales para facilitar las facturas sin comprometer tu privacidad. Solo recuerda que tanto esta como la Constancia siguen vigentes, y lo más importante es que verifiques que cada gasto esté bien documentado.
Preguntas frecuentes
- ¿Hay límites en los montos que puedo deducir por viaje?
Sí. Por ejemplo, en alimentación el límite es de $750 MXN diarios en México y $1,500 MXN en el extranjero.
- ¿Los viáticos que me da mi empleador se reportan al SAT?
Sí. Deben aparecer en tu CFDI de nómina y no se consideran ingreso si están debidamente comprobados.
- ¿Puedo deducir gastos de un viaje al extranjero?
Sí, siempre que presentes comprobantes válidos y se justifique el motivo laboral o profesional del viaje.