Si estás por tomar un vuelo desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), vale la pena que llegues con algo de anticipación. No solo para evitar contratiempos en tu embarque, sino porque allí mismo, entre terminales y pasillos, se esconde una joya del pasado, el Museo del Mamut.
Este recinto no fue planeado desde el inicio. Mientras se llevaban a cabo las obras del aeropuerto, equipos del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron más de 25,000 piezas fósiles en una zona que, hace 14 milenios, fue hogar de diversas especies. Lo más sorprendente: más de 300 mamuts columbinos, algunos con estructuras casi intactas.
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En lugar de conservar todo ese tesoro en depósitos o centros de análisis, las autoridades mexicanas optaron por compartirlo con los visitantes. Desde el año 2022, es posible recorrer galerías repletas de huesos antiguos, modelos a escala real, restos originales y hasta experiencias digitales que recrean el ambiente del periodo Pleistoceno. Lo más llamativo: no se cobra entrada.
El museo se encuentra dentro del terreno del AIFA, concretamente en el área dedicada a la cultura. Fue levantado por la Secretaría de la Defensa Nacional y forma parte de un conjunto de espacios que también incluye el Museo de Aviación Militar y el Museo de los Ferrocarriles Mexicanos. El inmueble abarca más de 7,300 m² y está pensado para que grandes y chicos aprendan y se diviertan al mismo tiempo.
Restos reales de mamuts y mucho más
Una de las atracciones más impactantes es el armazón de un mamut que conserva el 96% de su estructura ósea original, junto a una representación artística de una hembra junto a su cría. Esta instalación permite apreciar con claridad las proporciones de estos colosales animales y su presencia en lo que actualmente conocemos como el Valle de México. También se incluyen espacios donde se muestra cómo era el entorno hace 30 millones de años y qué tipos de seres vivieron en esa zona.
Por otro lado, el recinto cuenta con una experiencia sensorial de alta definición en 4K, espacios interactivos digitales, un jardín temático y actividades diseñadas para el público infantil. Todo ha sido preparado para que tanto niños como adultos puedan vivir una visita divertida y educativa.
Quinametzin, el nombre que lo dice todo
El espacio lleva por nombre Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin. Esta palabra proviene del náhuatl y alude a la idea de “gigante”, haciendo alusión a la antigua cosmovisión mesoamericana que atribuía los restos óseos de gran tamaño a criaturas descomunales que caminaron por el planeta en tiempos antiguos. Es una manera simbólica de enlazar el conocimiento actual con el pasado ancestral del territorio.
Dentro de sus instalaciones, se ubica también un centro dedicado a la ciencia de 2,600 metros cuadrados, donde continúan las tareas de análisis sobre más de 62 mil elementos extraídos del sitio. Se resguarda allí un acervo paleontológico de enorme valor, que sigue siendo objeto de estudio por parte de expertos.
A pesar de estar en una instalación militar, el acceso al museo está abierto para quienes se trasladan mediante transporte colectivo. Desde la terminal Ciudad Azteca del Metro, es necesario tomar el Mexibús Línea 1 en dirección a Ojo de Agua y descender en la parada Glorieta Militar. Desde ese punto, se puede continuar a pie o abordar un taxi compartido. Es fundamental portar una credencial oficial, ya que es solicitada al momento de entrar.
Todo lo que debes saber para visitar el Museo del Mamut
- ¿Dónde está ubicado el Museo del Mamut?
Dentro del AIFA, en Zumpango, Estado de México.
- ¿Cuánto cuesta la entrada?
La entrada es completamente gratuita.
- ¿Cuáles son los horarios de visita?
De martes a domingo, de 10:00 a 16:00 horas.
- ¿Cómo llego en transporte público desde CDMX?
Metro hasta Ciudad Azteca, luego Mexibús hasta Glorieta Militar. De ahí, a pie o en taxi colectivo.
- ¿Qué necesito para ingresar?
Una identificación oficial.