En el estado de Michoacán, rodeado por suaves elevaciones y escenarios que evocan épocas antiguas, se encuentra un rincón histórico que aún permanece fuera del radar turístico. Es Huandacareo, también conocida como La Nopalera, una zona arqueológica que fue edificada empleando cantera rosa, un material que le aporta un atractivo singular y resguarda secretos ancestrales.
A diferencia de otros asentamientos indígenas de gran tamaño, La Nopalera no funcionó como una ciudad, sino que fue un sitio ceremonial con funciones funerarias y de gobierno dentro del Señorío Tarasco. Al caminar por sus estructuras se percibe una atmósfera única, cargada de espiritualidad y tradición, entre patios sagrados y plataformas perfectamente alineadas.
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Las construcciones de soporte que impiden que el terreno se deslice hablan de un conocimiento técnico muy avanzado para su época. En el extremo sur-poniente aún es posible observar fragmentos de entierros, donde se localizaron artefactos que reflejan tanto la influencia de Teotihuacan como elementos distintivos del pueblo purépecha. Es un lugar en el que dialogan distintas expresiones culturales.
Aunque la visita no lleva mucho tiempo, cada paso ofrece un acercamiento valioso al pensamiento simbólico de sus antiguos habitantes. Los espacios excavados, los templos y la arquitectura ritual permiten imaginar cómo era la vida en aquellos tiempos. Desde lo alto, la panorámica del lago de Cuitzeo crea un contraste perfecto entre el entorno natural y el legado arqueológico.
Un legado purépecha en piedra rosa
Uno de los aspectos más característicos de La Nopalera es la incorporación de piedra volcánica rosada, unida mediante una mezcla de barro cocido al fuego. A pesar del desgaste natural causado por los siglos, todavía es posible observar fragmentos de acabados brillantes que reflejan la precisión y el esmero con el que se levantaron sus estructuras. No se trata únicamente de vestigios antiguos, sino de una muestra clara del peso simbólico que este enclave representaba dentro del sistema de mando del antiguo imperio purépecha.
Acceder al sitio es muy fácil, solo hay que seguir la vía que conecta Morelia con Cuitzeo y Huandacareo, para luego tomar un desvío de dos kilómetros hacia el noroeste del poblado. El recorrido desde la ciudad de Morelia lleva alrededor de noventa minutos, lo que lo vuelve una excelente opción para visitar durante el fin de semana. El recinto cuenta con instalaciones básicas para los visitantes y se puede ingresar de lunes a viernes entre las 10 y las 16 horas.
El precio de la entrada general es de $65. No obstante, hay exención del pago para niños menores de 13, docentes, alumnos, personas con credencial del INAPAM y ciudadanos mexicanos que asistan los domingos. Si se desea utilizar equipo profesional de fotografía, es necesario cubrir un costo adicional por derechos de uso.
Lo que necesitas saber antes de ir
- ¿Dónde está ubicada La Nopalera?
A 2 km de Huandacareo y 95 km de Morelia, Michoacán.
- ¿Cuál es el horario de visita?
Lunes a viernes de 10 a 16 h.
- ¿Cuánto cuesta la entrada?
General $65. Entrada libre para estudiantes, maestros, menores de 13 e INAPAM.
- ¿Qué ver en el sitio?
Montículos, tumbas, plazas, cantera rosa, vista al lago de Cuitzeo.
- ¿Hay servicios turísticos?
Sí, cuenta con unidad de servicios y acceso sencillo desde carretera.