A unos 50 kilómetros de la capital mexicana se ubica uno de los tesoros arqueológicos más destacados y misteriosos de la antigüedad, Teotihuacán, llamada la “Ciudad de los Dioses”. Desde 1987 forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y, en su época, fue un punto clave para la vida cultural y política de Mesoamérica. Hoy, miles de personas llegan cada año para recorrer sus avenidas y construcciones, atraídos por sus majestuosas pirámides y las leyendas que siguen vivas.
Su auge se dio entre los años 200 y 650 d.C., cuando llegó a concentrar alrededor de 200,000 habitantes. Aunque su origen exacto aún es desconocido, se sabe que fue un centro diverso donde convivieron distintas etnias y tradiciones. Sus edificaciones, alineadas con eventos astronómicos y cargadas de simbolismo, incrementan la sensación de misterio que envuelve al lugar.
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Recorrer Teotihuacán es más que observar la Pirámide del Sol o la de la Luna: es adentrarse en el corazón de una sociedad avanzada, con un diseño urbano sorprendente y una herencia que ha inspirado relatos durante siglos. Desde la Calzada de los Muertos hasta sus palacios decorados con murales, cada detalle revela fragmentos de su pasado.
Además de su valor histórico, hoy es un espacio de encuentro cultural y espiritual. En los equinoccios, multitudes llegan para “cargar energía” en sus pirámides. Y para quienes buscan una experiencia diferente, volar en globo al amanecer permite admirar el complejo desde una perspectiva inigualable.
Secretos y maravillas de la Ciudad de los Dioses
Bajo el Templo de Quetzalcóatl, los investigadores hallaron un pasadizo oculto que había permanecido cerrado por más de mil ochocientos años. En su interior aparecieron más de sesenta mil elementos, entre ellos piedras finas, tallas y artículos rituales. Los expertos consideran que este espacio representaba el inframundo y posiblemente sirvió como sepultura para líderes de alto rango.
La imponente Pirámide del Sol, que alcanza los 66 metros de altura y cuenta con una base de 225 metros por lado, ocupa el segundo lugar en tamaño dentro de toda Mesoamérica. Se estima que estuvo cubierta por una capa de estuco decorada y que en la cima destacaba una gran figura. Por otro lado, la Pirámide de la Luna parece tener una disposición que coincide con la ubicación del Cerro Gordo, lo que genera un efecto visual impactante al avanzar por la Calzada de los Muertos.
En las localidades vecinas, San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, la experiencia se complementa con su cocina tradicional, donde destacan la barbacoa, los mixiotes y bebidas típicas como el pulque. Además, se ofrecen piezas artesanales elaboradas con obsidiana, cuarzo y ónix. Festividades como la Feria Nacional de la Tuna o el Festival Internacional de la Obsidiana añaden un ambiente de celebración y cultura a la visita.
Datos clave para tu visita a Teotihuacán
- ¿Dónde está ubicado?
A unos 50 km de la Ciudad de México, en el Estado de México.
- ¿Cuál es el horario de visita?
Todos los días de 8:00 a 17:00 horas.
- ¿Cuánto cuesta la entrada?
$100 pesos mexicanos por persona; gratis para menores de 13 años y ciertos grupos con credencial.
- ¿Qué no me puedo perder?
La Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna, la Calzada de los Muertos y el Templo de Quetzalcóatl.
- ¿Se puede subir a las pirámides?
Actualmente no está permitido subir a las de Sol y Luna por conservación.