Como joyas arquitectónicas, escenarios de leyendas, registros históricos o museos nacionales, los castillos trazan un itinerario alrededor del mundo que se debate entre la historia y la fantasía. Estos cinco son perfectos para comenzar esa aventura.
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Castillo de Chapultepec, México
Construido en el siglo XVIII como una residencia de descanso en el cerro de Chapultepec –que, en ese momento, aún se encontraba en las afueras de la ciudad–, hoy, el Museo Nacional de Historia guarda el recuerdo de su intrincada historia, así como la del país.
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Castillo de Windsor, Reino Unido
Desde que comenzó su construcción en el año 1070, el palacio habitado por más tiempo en el mundo, ha vivido ampliaciones, transformaciones, restauraciones y un famoso incendio en 1992 que sintetiza la historia de la realeza británica desde hace casi un milenio.
Castillo de Neuschwanstein, Alemania
Reconocido como el castillo que sirvió de modelo para el de Disney, su identidad como escenario de cuentos de hadas se extiende más allá de sus muros para adentrarse en los profundos bosques de Bavaria, en donde la historia se confunde con leyendas.
Palacio Topkapi, Turquía
Ocupado durante casi cuatro siglos, entre el XV y el XIX, el exuberante centro del poder del imperio Otomano invita a sus visitantes a conocer, en sus cuatro cortes y tesorería, el ambiente de opulencia, intriga y hedonismo en el que se escribió la historia del país.
Castillo de Osaka, Japón
Rodeado por dos kilómetros cuadrados de parques cubiertos por árboles de cerezo, el castillo –que, al momento de su construcción en 1583, fue el más grande en Japón– se erigió como un símbolo de un país unificado durante el reinado de Toyotomi Hideyoshi.