La capital metropolitana es una gran ciudad llena de muchos sitios turísticos que puedes visitar para pasar una agradable tarde de vacaciones. Su amplia variedad de espacios públicos, áreas verdes, parques, jardines, museos, recintos culturales, centros de entretenimiento y la gran oferta de conciertos con las presentaciones de artistas internacionales, hacen de la CDMX, un espacio multicultural muy visitado por turistas de México y de todo el mundo.
Todas las alcaldías de la Ciudad de México cuentan con hermosos espacios, en los que puedes disfrutar en un tranquilo paseo de fin de semana o con diferentes opciones para planear unas agradables vacaciones, pues cada una de ellas ofrece la posibilidad de entretener a todos los miembros de la familia de diferentes formas, tanto para aquellos amantes de la aventura o para quienes buscan pasar una tranquila tarde soleada en alguno de sus parques.
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En esta ocasión vamos a hacer un breve recorrido por la alcaldía Álvaro Obregón, una de las demarcaciones citadinas que cuenta con una gran variedad de oferta turística al alcance de todos, que además, resguarda bellos espacios tranquilos, donde podrás disfrutar de forma relajada y llevar a tu familia para dar un largo paseo, en estas vacaciones de Semana Santa, que ya están a la vuelta de la esquina.
La Plaza de los Arcángeles, el sitio donde se detiene el tiempo
San Ángel es un pueblo originario de la alcaldía Álvaro Obregón en la CDMX, que se ubica al sur de la capital, un lugar que resguarda su historia, urbanismo y tradiciones, que han prevalecido a lo largo de los años entre los habitantes de la comunidad y entre sus principales barrios como Tizapán, Chimalistac, Altavista y Tlacopac, los cuales aún conservan su pintoresco encanto.
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San Ángel debe su nombre al colegio de San Ángel Mártir, el cual está considerado como su principal monumento histórico y fue fundado por la orden carmelita y que actualmente, es un museo de arte colonial, resguardado por su entorno, un sitio muy famoso por su historia, arquitectura civil y religiosa, así como sus museos, plazas, calles y tradiciones festivas que le dan vida a esta zona de la ciudad.
El nombre original de esta región era Tenanitla, que significa “junto a la muralla de piedra” y con la llegada de los españoles, se convirtió en un pueblo tributario que dependía de su vecino Coyohuacan. Los habitantes de esta área, eran buenos constructores y tenían mucha roca volcánica para edificar sus monumentos, por lo que fueron llamados para construir el dique y la calzada que se dirigía de Tenochtitlán a Tlacopan, y la de Coyoacán a Iztapalapa.
San Ángel es uno de los sitios que cuenta con unas preciosas fachadas, que se hacen destacar por sus bugambilias. Desde las alturas se puede apreciar este polígono irregular que llega hasta la avenida Barranca del Muerto, lo que en otros tiempos era el río Magdalena, avenida Universidad y Periférico Sur, un espacio que en su interior resguarda la famosa Plaza de los Arcángeles.
Dentro de esta geografía tan espectacular en tiempos ancestrales, se encuentra la Plaza de los Arcángeles, un sitio poco conocido por los turistas, pero que también se considera como un espacio perfecto para caminar en el Barrio de San Ángel, al cual puedes llegar por la famosa calle del Árbol, la cual conecta con la 2da Cerrada Frontera, que desemboca en este tranquilo espacio.
Si quieres pasar una velada romántica, esta plaza será perfecta, muy distintiva por su pequeño tamaño y sus tres bancos de piedra que llevan los nombres de los santos: San Miguel, San Gabriel y San Rafael, los arcángeles más populares dentro de las creencias católicas. Su fuente central está rodeada por mucha vegetación de plantas y arbusto, delimitada por muretes.
Además, esta plaza cuenta con una fuente, tres bancas hechas de cantera y una piedra que lleva una inscripción hermosa, un conjunto de elementos que nos transportan a una ciudad paralela, donde casi no se escucha el ruido de los autos, un ambiente tranquilo y armonioso donde puedes sentir paz infinita, entre el empedrado y las hermosas bugambilias que adornan este singular y pequeño lugar.
La Plaza de los Arcángeles es el contraste total entre la calma, el silencio, la tranquilidad y el caos citadino, combinado también con los alrededores de esta plaza que cuentan con diferentes recintos culturales y las manifestaciones tradicionales del pueblo como sus festividades, manifestaciones artísticas, ferias populares, procesiones, exposiciones de arte y demás.
Este pequeño y calmado jardín existe desde el año 1969, sin embargo parece que ha estado aquí por mucho más tiempo, pues su encanto singular te hará sentir como en un lugar de la historia donde el reloj ha permanecido sin avanzar por un largo periodo, rodeado de vida y colorido que fascinará a las parejas que deseen visitar este lugar en sus próximas vacaciones de Semana Santa.