ZONAS ARQUEOLÓGICAS

Cuahilama, la zona arqueológica abandonada de Xochimilco

Xochimilco es el tercer lugar más visitado de la CDMX, un sitio único lleno de maravillas naturales y de vestigios importantes, como su zona arqueológica

Cuahilama.Esta zona arqueológica es poco conocida por los turistasCréditos: nahuicultura
Escrito en DESTINOS el

Xochimilco es uno de los puntos turísticos más visitados dentro de la Ciudad de México, pues es considerado como el tercer atractivo más importante de la capital metropolitana, sólo después del Zócalo capitalino y de la famosa Basílica de Guadalupe, que anualmente atraen a millones de viajeros de diferentes partes del mundo para disfrutar de los encantos de esta metrópoli.

Los bellos canales rodeados de chinampas, con hermosas flores, sus tradicionales trajineras y el ambiente de fiesta que se siente durante uno de tus paseos por esta demarcación, es una de las experiencias más buscadas por los viajeros, pues los colores vivos de Xochimilco, dan un ambiente agradable y permiten disfrutar de una buena tarde soleada con buena comida y música en vivo.

Sin embargo, no todo en Xochimilco se trata de trajineras, pues esta alcaldía cuenta con sitios arquitectónicos, espacios ecológicos y vestigios de un pasado prehispánico, que pueden maravillar a cualquier amante de la historia y de los sitios monumentales, tal es el caso de Cuahilama, una zona arqueológica que se encuentra en Xochimilco y que ha sido opacada por el crecimiento de la población.

La zona arqueológica de Cuahilama en Santa Cruz Acalpixca

El pueblo de Santa Cruz Acalpixca es un lugar que resguarda sus tradiciones, sus fiestas patronales y la elaboración del dulce cristalizado como una de sus actividades económicas más importantes y que se han heredado en cada una de las generaciones que habitan sus calles. Desde fiestas patronales, rutas de murales, un museo arqueológico y las ruinas de una civilización antigua, son parte de las riquezas de este lugar.

Ubicada a tan sólo media hora desde el centro de Xochimilco y a unos escasos veinte minutos desde sus embarcaderos principales, la zona arqueológica de Cuahilama-Piedra Larga, resguarda restos prehispánicos muy importantes para la historia de México y en la vida de los xochimilcas. En este espacio opacado por el fuerte crecimiento de la mancha urbana y el descuido, un sitio que vale la pena conocer y sobre todo preservar.

El Cerro de Cuahilama y su importancia natural

Esta potencial área, abarca un espacio de 3 kilómetros, ubicada en el Cerro de Cuahilama, una zona que entre los años 1420 y 1521, fue elegida por las antiguas tribus xochimilcas como uno de sus espacios más venerados. Con una fortificación en el Museo Arqueológico de Xochimilco, instalado en la casa de bombas del pueblo de Santa Cruz Acalpixca, esta área cuenta con un pasado dedicado a la adoración y contemplación estelar, así como la realización de diferentes rituales.

El nombre del Cerro de Cuahilama proviene del náhuatl y significa “bosque de la anciana”, la punta del ice berg de un área que es considerada como un potencial arqueológico mayor, que cuenta con una longitud aproximada de tres kilómetros por 1.5 de ancho y que va desde los pueblos de Santa Cruz Acalpixca en la recta hacia el sur, hasta San Bartolomé Xocimulco, en los límites con la alcaldía Milpa Alta.

La zona arqueológica de Cuahilama-Piedra Larga, es el nombre que ha recibido toda esta extensión de vestigios arqueológicos, separadas por tan sólo 500 metros, cerros que están ligados en términos culturales, pues se han encontrado materiales y arquitecturas muy similares en cada uno de ellos, así como un patrón repetido de terrazas donde hay montículos o secciones de cerro que fueron adecuadas para hacer terrazas agrícolas, defensivas y de tipo arquitectónico, espacios muy exclusivos que preservan un pasado glorioso.

Esta zona había sido sometida a la recuperación de espacios, por lo que se trabajó en una superficie con grabados de tipo prehispánico, en una espacio que fue ocupado durante el periodo Posclásico Tardío, entre los años de 1420 y hasta la época de contacto con los españoles, cuando el imperio mexica hizo de esta zona, un enclave muy importante para dirigir sus campañas militares hacia Tierra Caliente de Morelos, Guerrero y Puebla, que iniciaron con el gobierno de Itzcóatl, en 1428.

La zona arqueológica de Cuahilama-Piedra Larga/Foto: alchetron

Los grabados de la zona Cuahilama-Piedras Largas

Como parte de los principales atractivos de esta zona se encuentran sus grabados de relieves en basalto, entre los que destacan el glifo del Nahui Ollin, que alude al nacimiento del Quinto Sol y los rumbos cardinales, al Xonecuili o bastón de mando del dios Quetzalcóatl y la fecha Ce Cipactli que marca el inicio de la veintena de los días. En este espacio también destaca la figura de un perro xoloitzcuintle, que marca el décimo día del calendario nahua, relacionado con el gemelo de Quetzalcóatl.

En las laderas del cerro también se encontró una figura de mariposa o papalotl, junto con una planta sagrada para los xochimilcas, el huacalxochitl, en un polígono que abarca aproximadamente ocho hectáreas que contienen estas piedras, donde esquemáticamente se representan los ojos de agua y las terrazas que se hallaban en la zona, un espacio que en la actualidad no ha sido rescatado por las autoridades del gobierno, pero que representa un lugar importante para Xochimilco.