La elaboración de papel picado es una tradición que surgió en China y pasó a Europa y México en la época colonial y es utilizado como parte inseparable de algunas celebraciones, una de ellas es el Día de Muertos que se celebra en todo México. Esta tradición colorida fue reconocida como Patrimonio Cultural de Puebla.
En México, en la época prehispánica se realizaban diseños similares en papel amate es por ello que su antecedente es de un origen prehispánico, se elabora con papel de China, lo que facilita su manejo para crear diversas formas, figuras y diseños que luego se colocan sobre los altares y ofrendas del Día de Muertos pues dependiendo de su color y diseño tienen diferentes significados como el luto.
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Cuál es el Pueblo donde se elabora el papel picado
En Xochimilco, cerca de la zona de embarcaderos se encuentran diversos talleres artesanales, algunos con más de 30 años de tradición en la elaboración del arte del papel picado. Uno de ellos es el de la familia Torres Alfaro que tiene más de 3 mil diseños para ofrecer, entre los que destacan las calacas y las catrinas creadas por el artista aguascalentense, José Guadalupe Posadas. Aunque también hay figuras de banderas, panes de muerto, aves entre muchos otros.
El papel, que se caracteriza por sus tonos coloridos como amarillo, marino, azul rey, roja, fucsia y anaranjado se elabora a mano, con la ayuda de cinceles y otras herramientas para darles forma y cortarlos, una vez listos se les coloca hilo para colgarlos y se empaca en cajas y bolsas para evitar que se arrugue y se distribuye. En Xochimilco encontrarás una gran cantidad de lugares para comprarlo.
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Otro de los pueblos con gran tradición en la realización de papel picado es Huixcolotla en Puebla, incluso, fue nombrado Patrimonio Cultural del Estado. La localidad está en el Valle de Tepeaca y ahí el arte surgió en la época porfiriana, cuando los peones de las haciendas comenzaron a imitar el papel cortado que venía de China y Europa. Luego, la técnica de elaboración pasó de generación en generación y hoy es uno de los lugares, junto con Xochimilco referentes para comprar el papel para adornar los altares.