Una de las zonas costeras más desconocidas de México son las playas de Michoacán, ya que al ser un estado bastante grande la forma más fácil de acceder a ellas es a través de Colima y Guerrero. Por lo que, si buscas un destino lejos de las conglomeraciones de personas y en medio de un bello entorno tropical frente al mar las playas de esta entidad son una buena opción.
Entre sus paraísos costeros se encuentra la playa Pichilinguillo, una costa de suave oleaje, aguas color turquesa y de arena blanca que pareciera ser una enorme alberca natural con increíbles túneles marítimos que atraviesan las montañas en el mar que dividen la costa de este lugar. Por lo que si aún no tienes planes para este verano, este destino puede ser el ideal para descubrir estas vacaciones.
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Qué hacer en playa Pichilinguillo
Esta hermosa playa se localiza en Cuila de Hidalgo, a la mitad de la costa de Michoacán, por lo que también es conocida como ‘El corazón costero de Michoacán’ o como ‘la alberca marina de Michoacán’ por su suave oleaje. En este bello destino, además de disfrutar de la playa, también puedes realizar buceo, snorkel, nadar y refrescarte en sus tranquilas aguas, así como paseos en lanchas.
Por otro lado, otro de sus principales atractivos de este lugar, es la visita en lancha a las increíbles grutas marinas que se encuentran alrededor de la bahía, en sus aguas marítimas se dan avistamientos de tortugas negras. Por otro lado, al pie de la playa encontrarás palapas donde disfrutar de platillos locales con mariscos.
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Si eres amante de la langosta, la mejor época para visitar este lugar es a finales de año, ya que se da lugar al festival de la Langosta, ya que esta época se da en abundancia en esta zona; A unos cuantos kilómetros caminados puedes conocer la Playa Arenas Blancas o Playa Joberito.