Aunque en el mundo hay sitios completamente insólitos creados por la naturaleza, también hay otros que se han formado por parte de las civilizaciones del mundo y uno de ellos es la ciudad de Noiva do Cordeiro, una comunidad aislada habitada por mujeres. En este lugar los hombres llegan los fines de semana para convivir con sus parejas; sin duda es un asentamiento fuera de lo convencional.
Dicha ciudad se remonta a la década de 1890, cuando una joven mujer y su familia llegaron a este lugar al ser excomulgados de la iglesia católica, luego de que fuera acusada de adulterio. Sin embargo, poco a poco más mujeres solteras y madres de familia se unieron a la comunidad, y en la década de los 40 el pastor evangélico fue el principal líder al casarse con una de las jóvenes. El hombre impuso reglas, las cuales, pese al matriarcado, han logrado sobrevivir.
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¿Dónde está la ciudad habitada por mujeres?
Como mencionamos anteriormente se trata de la ciudad de Noiva do Cordeiro, al sureste de Brasil y cuya población es de 600 personas compuestas entre hombres y mujeres jóvenes de 20 a 35 años. Solo hay mujeres porque la mayor parte de los hombres están fuera semanalmente trabajando en una ciudad cercana. Así que las mujeres de todas las edades trabajan en el pueblo y se enorgullecen de su historia y línea familiar.
Ante la muerte del evangelista, sus descendientes cimentaron el cambio de estilo de vida como Delina, quien lidera la comunidad y su enfoque empoderó a las mujeres del pueblo, pero no pareció molestar a los hombres que también habitan la comunidad. Aunque en la ciudad de Nova do Cordeiro habitan hombres, estos se van a trabajar fuera de la ciudad, ya que acuden a Belo Horizonte, y solo se les 'permite' la entrada los fines de semana.
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En esta parte del mundo se vive enteramente de las plantaciones que se realizan y se dice que los hombres que quieran vivir ahí deben seguir las reglas. Este lugar se denomina asimismo como una ciudad donde hay verdadera igualdad, pese a que por mucho tiempo algunos medios exageraron al mencionar que este lugar 'domina a los hombres' cuando en realidad no ocurre así.