Los destinos que nunca dejan de fascinarnos son aquellos creados por la magia inagotable de la naturaleza, que siempre nos sorprende con su capacidad para producir, desde flores de todos los colores, o pozas de aguas cristalinas, salares que reflejan el cielo en sus superficies, dunas con formas fantásticas, cuevas con secretos ocultos en sus estalactitas, formaciones rocosas impresionantes, en fin. La lista de maravillas naturales es infinita, y cada una nos invita a asombrarnos ante su belleza única.
Varios de estos espectáculos, además de deleitarnos con su magnífica belleza, ofrecen diferentes perspectivas según la estación del año. Por ejemplo, no es lo mismo observar un bosque de pinos a 30 grados que a menos 30; aunque el paisaje siga siendo hermoso, las condiciones varían drásticamente. Lo mismo sucede con el destino del que vamos a hablar hoy: una maravillosa cascada muy cerca de la ciudad que durante el invierno nos regala un fenómeno fascinante.
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¿Cascada congelada a menos de 100 km de la CDMX?
Diciembre, enero y febrero son los meses ideales para que quienes buscan disfrutar de paisajes naturales distintos y de usar ropa abrigadora puedan viajar al Valle de Nahualac y presenciar un fenómeno inigualable: la Cascada Congelada en Tlalmanalco. En el Estado de México, al noroeste del Iztaccíhuatl, esta cascada, de más de 30 metros de altura, es el lugar ideal para practicar senderismo con una recompensa que vale cada paso.
Si más arriba mencionamos las estalactitas, no fue casualidad. Lo maravilloso de esta cascada, es que en sus imponentes más de 30 metros de altura, puedes observar estalactitas gigantes de hielo. Además, este destino incluye no solo esta cascada donde tus ojos pueden redescubrir el encantamiento de la naturaleza, sino que también está rodeado de otros paisajes increíbles, por lo que vale la pena planificar bien tu viaje.
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Puedes llegar a la cascada en automóvil; por ejemplo, puedes usar La Joya, Iztaccíhuatl, como referencia y luego caminar alrededor de 5 kilómetros desde allí. Ten en cuenta que es recomendable contar con un vehículo de llantas altas debido a la terracería del camino. Alternativamente, puedes llegar por otros medios, como contratando un tour. Sin importar cómo arribes al lugar, te recomendamos que vayas en compañía de un guía que conozca bien la zona y que estés preparado con la ropa adecuada: abrigada y con zapatos antideslizantes.
Otra posibilidad, especialmente si dispones de más días, es realizar el circuito de las cascadas con un guía del Parque Dos Aguas, donde tendrás la opción de alquilar una cabaña o acampar. Desde la entrada del Parque Dos Aguas, la caminata para llegar a la cascada congelada suele tomar alrededor de cinco horas. Sin embargo, durante el recorrido por el circuito, tendrás la oportunidad de admirar otras cascadas, como una con más de cien metros de altura.