¿Conoces el "pan de burro"? Es una de las tantas creaciones de la repostería mexicana, y en específico de la gastronomía de Puebla, uno de los estados del centro del país que resalta por su variedad de platillos; desde las cemitas, las chalupas, o los elaborados moles y chiles en nogada.
El pan de burro es fácil de identificar pues aunque no está hecho de ingredientes de este animalito, sí encontrarás la fugura de un burrito grabada en este pan de forma circular y aplanado, muy tradicional de Puebla y que ya lo puedes encontrar en algunas zonas de Veracruz y Oaxaca.
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¿De dónde es el "pan de burro"?
Si te gusta el aroma del pan recién horneado, en las calles de San José Miahuatlán, municipio poblano que limita con Zapotitlán Salinas y el estado de Oaxaca, encontrarás las "panburrerías", donde elaboran este tradicional pan que carece de levadura y se cuece con leña en hornos de piedra o tabique.
Se cree que el origen del pan de burro es desde la época de la Revolución y que este alimento era consumido por los arrieros ya que debido a los ingredientes, puede conservarse en buen estado hasta por un mes. Se hace a mano, con masa madre, sin conservadores artificiales y se endulza con piloncillo o azúcar.
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De acuerdo a una publicación en X de la Secretaría de Cultura de Puebla, el "pan de burro" fue creado por la familia Ortega, de los más destacados panaderos de la región en los años de 1800, quienes lo comercializaron y dieron a conocer en los municipios cercanos, abarcando la zona de Tehuacán.
Además de conocer San José Miahuatlán, te recomendamos continuar por Tehuacán, donde seguramente también encontrarás estos famosos panes que podrían ser parte de un nutritivo y completo desayuno; una vez en Tehaucán -la segunda ciudad más poblada de Puebla- no dejes de visitar sus museos, como el de la Evolución, el de Mineralogía, el del Valle de Tehuacán, el Hidromineral Peñafiel, sus exconventos, y claro, los manantiales conocidos por sus propiedades curativas.