Las tardes comienzan a llenarse de nubes, pues en plena temporada de ciclones tropicales en México, a veces nos sorprenden las lluvias tras un caluroso día; si estás pensando en una escapada para el fin de semana, te proponemos una ruta cafetalera en Jalisco; ¡sí!, porque no solo hay tequila y tortas ahogadas en este bello estado colonial.
Quizá suene extraño que en Jalisco haya destinos cafetaleros, pues los más conocidos son en Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Puebla, sin embargo, te contaremos de los lugares de Jalisco para explorar y descubrir los atributos del café jaliciense, y dicho sea de paso, uno de estos destinos es un Pueblo Mágico.
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¿Cuál es la zona cafetalera de Jalisco?
En la Sierra Occidental de Jalisco, específicamente entre el Pueblo Mágico de Talpa de Allende y el municipio de San Sebastián del Oeste, encontrarás la zona de producción cafetalera más grande e importante del estado, área cuya ubicación supera los 1,800 metros sobre el nivel del mar. Los poblados que te recomedamos recorrer y en los que aprenderás del proceso del cultivo, selección, tueste y hasta el empacado son los siguientes:
- La Cuesta
- El Desmoronado
- Concepción del Bramador
- La Estancia de Landeros
Según información del Gobierno del Estado de Jalisco, en las comunidades antes mencionadas, se mantiene una colaboración con los habitantes de la sierra para mantener una producción sustentable, cumpliendo con la cadena completa del proceso; desde la fructificación, tostado y empaque con marcas de familias que lo comercializan localmente.
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¿Qué hacer el Talpa de Allende?
Además de saborear un exquisito y aromático café de la sierra de Jalisco, en Talpa de Allende, que desde el 2015 recibió el nombramiento de Pueblo Mágico, bien vale conocer la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, el Bosque de Maple, el Parque La Alameda, el Arco Monumental o el Monumento al Peregrino.
Talpa, que está ubicado junto a Mascota, otro de los 12 Pueblos Mágicos de Jalisco y la ciudad costera de Puerto Vallarta, es famoso por la fiesta patronal en honor a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario, que se celebra en el mes de octubre y para quien incluso hay un museo de arte sacro.