México se distingue por su amplia diversidad de tradiciones y costumbres que se pueden disfrutar de cerca en cada uno de los destinos y pueblos que lo conforman. Una de ellas es la Noche de los Rábanos, una tradición navideña única en el país y que debes vivir de cerca durante esta temporada. La fiesta tiene su origen en el siglo XIX y desde entonces es un imperdible en la ciudad.
Esta celebración oaxaqueña es de las más divertidas y alegres que se caracterizan por la alegría que se desborda en las calles durante el día y principalmente por la noche en que tiene lugar. Si quieres conocer más de ella te decimos por que se llama así y qué encontrarás. Así que no pierdas detalles y alista las maletas para vivirla de cerca y conocer más de Oaxaca.
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Qué es la Noche de los Rábanos
La Noche de Rábanos es una fiesta tradicional oaxaqueña cuyo origen se remonta a 1897 cuando el primer presidente municipal, Francisco Vasconcelos organizó un concurso y una exposición de rábanos al darse cuenta que los vendedores adornaban sus puestos con esta hortaliza de color rojo, muy típica en la región durante la temporada navideña.
Hoy la fiesta incluye concursos en los que los hortelanos y floricultores exhiben su talento artístico y crean hermosos y fascinantes diseños especiales realizados con los rábanos, la flor inmortal y el totomoxtle. Estas figuras talladas en rábano fueron consideradas solo objetos decorativos durante varios años y cobra vida cada 23 de diciembre, en vísperas de la Nochebuena cuando tiene lugar la fiesta.
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La Noche de los Rábanos se lleva a cabo en la Plaza de Armas y comienza a las cinco de la tarde, pero se puede llegar un poco más temprano para ver como los artesanos tallan estas figuras y le dan forma a increíbles creaciones efímeras. El evento dura sólo unas horas, pero reúne a una gran cantidad de habitantes y visitantes de la ciudad.
Durante el concurso también hay venta de antojitos oaxaqueños como atoles, tlayudas, moles, tamales, buñuelos, nieves de frutas y hasta mezcal de la región. El evento se ameniza con música de banda tradicional oaxaqueña y el ganador obtiene diversos premios. Las figuras llegan a medir 50 cm de alto y pesan hasta 3 kilos.