VIAJES EN AVIÓN

¿Qué enfermedades o condiciones médicas pueden impedir a las personas viajar en avión?

Viajar puede ser una experiencia que puede ser arriesgada para personas con ciertas enfermedades, ¿cuáles son?

Viajes en avión.Las enfermedades que te podrían impedir viajar en aviónCréditos: Pexels: Reto Bürkler
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Volar es una actividad maravillosa que puede hacernos llegar a los lugares más sorprendentes en poco tiempo; sin embargo, muchas veces, el subirnos a un avión puede no salir de la forma en la que esperamos, ya que puede perjudicar la salud, por lo que debemos estar atentos y escuchar nuestro cuerpo, así como realizarnos chequeos médicos.

La realidad es que hay enfermedades que nos pueden impedir viajar en avión ya que aumentan el riesgo que se agudicen y pongan en riesgo nuestra salud y nuestra vida, por lo que lo mejor es estar muy conscientes de los padecimientos que tenemos y escuchar a nuestros doctores, ya que ellos son los que nos darán luz verde para volar.

Si bien no todas las enfermedades crónicas son un riesgo en un vuelo, hay otras enfermedades o, incluso, padecimientos, que se agravan por la presión del avión, la altitud y diferentes factores que suceden a bordo de una aeronave, por lo que tenemos que tener mucho cuidado.

¿Qué padecimientos nos impiden viajar en avión?

Enfermedades cardíacas graves

Sin duda alguna, el corazón es uno de los órganos que más sufren si tenemos patologías graves e importantes. De acuerdo con el hospital Johns Hopkins, volar puede suponer ciertos riesgos para aquellos que han sufrido infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares recientes.

Pexels: Antoni Shkraba

En el caso de un infarto previo, la Sociedad Cardiovascular Británica recomienda que ante un riesgo muy bajo se puede volar en los 3 días posteriores a sufrir uno. Esto implica que haya sido el primer infarto, tener menos de 65 años y no experimentar complicaciones.

Mientras que no es recomendable volar para quienes padecen insuficiencia cardíaca, o una angina inestable. Aquí el corazón no recibe suficiente flujo de sangre y oxígeno lo que puede llevar a un ataque cardíaco.

-Problemas de frecuencia cardíaca, trastornos del ritmo o hipertensión arterial

Otra de las situaciones de riesgo es que cuando estas patologías no están controladas, es recomendable consultar antes con el cardiólogo. En pacientes con hipertensión, pero también con sobrepeso o antecedentes cardíacos, la falta de movilidad en el avión puede incrementar el riesgo de coágulos en las piernas hasta un 5 por ciento.

Según la Fundación Española del Corazón, este coágulo puede liberarse a la circulación, pudiendo llegar a provocar una embolia de pulmón. Lo que se traduce en dificultades respiratorias, taquicardia, dolores en el pecho, y en algunos casos pérdida de conocimiento.

Pexels: Karolina Grabowska

-Anemia grave

Este padecimiento lleva a que los niveles de hemoglobina sean bajos, por lo que provocan una cantidad insuficiente de glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno al cuerpo. En los aviones se da una presión atmosférica similar a una altitud de unos 2 mil 500 metros sobre el nivel mar, lo que hace que el cuerpo no puede retener tanto oxígeno como es habitual. 

Las personas con anemia, que ya tienen de antemano una saturación de oxígeno baja, pueden experimentar dentro del avión un suministro de oxígeno crítico. La menor humedad además dilata los vasos sanguíneos aumentando la demanda.

-Dificultades respiratorias

Los cambios de presión que hay en las cabinas de los aviones pueden mermar en las condiciones de salud de las personas con neumotórax, una disfunción pulmonar grave o dificultades respiratorias, así como a las personas con asma o EPOC, quienes pueden viajar, pero con precauciones previas.

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-Enfermedades infecciosas

La transmisión de los virus se facilita en entornos cerrados o semicerrados a través del contacto directo de persona a persona, señala el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, agencia dependiente de la Unión Europea.

"Al comienzo de la pandemia de influenza A(H1N1) en 2009, los viajes aéreos fueron la causa de la introducción de este nuevo virus en los países que no se vieron afectados principalmente". El brote de SARS en 2003 o la reciente situación con el COVID-19 ilustraron también cómo las enfermedades infecciosas pueden aparecer repentinamente y propagarse a través de este transporte.

-Epilepsia

Las convulsiones epilépticas son los trastornos neurológicos más frecuentes que sufren las personas que viajan en avión, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

-Durante el embarazo

De acuerdo con la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior, viajar "entre la semana 28 y 34 es recomendable que los viajes sean cortos y a partir de la semana 34 se recomienda reducir los viajes en general". Además de que en los embarazos múltiples, se sugiere no viajar a partir de la semana 30, "ya que a partir de ese momento comienza a existir mayor riesgo de parto prematuro y otras complicaciones".