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Alan Estrada revela cuál fue el viaje más peligroso de su vida… y no, no fue el Titán

El youtuber ofreció una entrevista al programa 'Miembros al Aire' en donde reveló cuál ha sido su viaje más arraigado que ha hecho.

Youtuber mexicano.Alan Estrada lleva más de 14 años viajando por el mundo.Créditos: Instagram (@alanxelmundo)
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Alan Estrada es un mexicano que se ha hecho mundialmente conocido por sus viajes por el mundo documentados a través de su canal de YouTube 'Alan por x mundo'. Hace unos meses cobró relevancia tras el hundimiento del submarino Titán, pues es uno de los pocos mexicanos que ha realizado este viaje para conocer los restos de Titanic, sin embargo, este no ha sido la aventura más peligrosa que ha realizado.

El viajero y también actor ofreció una entrevista en el programa ‘Miembros al Aire’, el cuál es transmitido a través de Unicable y es conducido Raúl "Negro" Araiza, Paul Stanley, José Eduardo Derbez, entre otros, para la presentación de su libro ‘Viaja Cambiará tú mundo’, durante el programa le preguntuaron cuál había sido su viaje más peligroso, y esto fue lo que comento el youtuber.

África del Norte: El viaje más peligroso de Alan Estada

Fue Raúl Araiza quién le preguntó al influencer, cuál había sido su viaje más arriesgado que había hecho. A lo que Alan Estrada respondió que había sido durante un viaje a Marruecos, un país ubicado en África del Norte; el actor señaló que durante esta aventura mientras se encontraba recorriendo un lugar en donde ofrecen marihuana a cualquier persona.

Fue uno de los árabes que le estaban tratando de vender esta planta medicinal y alucinógena, quien le ofreció la oportunidad de conocer y ver la forma él se realiza el hachís y otros derivados de esta planta. La única condición para que pudiera grabar era que no tomara tomas de sus caras. A lo que el viajero no dudó en aceptar a pesar de que se encontraba viajando solo. 

Por lo que se subió junto a los dos árabes a una camioneta ‘destartalada’ rumbo a un pueblo desconocido en donde pudo conocer cómo se hacen estos productos ilegales en la mayoría de los países americanos y europeos.

‘Noombre, ahí voy, me subo a una camioneta toda destartalada con dos weyes fumando hachís, con unos precipicios a lado así ¡Te lo juro! Y vamos y llegamos a un pueblito donde siembran el Khiff, así le dicen, y me enseñaron cómo extraían el polvito y hacían el hachís [...] pero ahí sí sentí, dije que m*m*da estoy haciendo”.