Alrededor del mundo podemos encontrar numerosos lugares imponentes e impresionantes por sus características naturales, por ejemplo, el mar más peligros del planeta Tierra, del cual te hablaremos a continuación para que te animes a poner a prueba tu valentía al momento de visitarlo, pues los expertos han dicho que las olas normalmente miden 16 metros de altura. ¿Te imaginas?
Si bien cuando vamos a la playa y nos metemos a nadar en ella o contratamos un paseo en embarcación marina, nos suelen recomendar tomar todas las medidas necesarias y respetar la corriente de la marea para evitar accidentes o anécdotas negativas. Ahora, cuando nos encontramos en mar abierto, estos consejos toman más relevancia.
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Así, bajo esa línea, te hablaremos a continuación del mar más peligroso del mundo y que encontramos en el continente de América para que busques una oportunidad de planear unas vacaciones a este destino y conocerlo.
¿Cuál es el mar más peligroso del mundo?
Localizado al sur del continente americano, nos encontramos con el Paso de Drake, también conocido como el Mar de Hoces, el cual conecta el océano Atlántico con el Pacífico y que ha llamado la atención de numerosos exploradores famosos, aunque muchos no lograron sobrevivir porque no contaban con las embarcaciones especiales.
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No obstante, hoy en día se puede visitar como turista contratando el servicio con navegadores especialistas, pero todo depende de las condiciones meteorológicas porque cuando es temporada de lluvias o tormentas fuertes, las olas pueden llegar a medir más de 16 metros de altura.
De acuerdo con los registros históricos, el navegante encargado de descubrirlo fue el español Francisco de Hoces, de ahí su nombre; se dice que él lo cruzó en el año 1536 como parte de su expedición a las Molucas de García Jofre de Loaísa. Luego, 40 años después, el explorador británico sir Francis Drake lo cruzó.
¿Qué hay en el Paso de Drake?
Si bien es considerado como el mar más peligroso del mundo, hoy en día es uno de los destinos favoritos de los turistas, pues es a entrada principal para la Antártida, pero no se trata de un viaje sencillo, sino que se navega durante 36 horas.
Y, pese a ser un trayecto largo, la verdad es que vale la pena, pues durante el transcurso puedes encontrar una amplia variedad de fauna porque son aguas ricas en plancton y krill, el alimento favorito de las ballenas azules, los calamares, focas y pingüinos emperador.