A 158 kilómetros de la capital del país hay un destino que se ha visto favorecido en la actual temporada de lluvias y ciclones tropicales; se trata de la Presa Vicente Aguirre, a la que los pobladores de las comunidades cercanas conocen como “Las Golondrinas”, y es que, tras meses de sequía en la región, los niveles han vuelto a incrementar y con ello, a atraer al turismo que gusta de las actividades acuáticas.
Pero además de admirar un paisaje rodeado de vegetación, puedes hacer un tour por las comunidades y pueblos cercanos para conocer las iglesias, las creaciones de sus artesanos y degustar su gastronomía, ya que el municipio que alberga a la Presa Las Golondrinas es uno de los 28 Pueblos con Sabor que tiene el estado de Hidalgo.
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¿En qué municipio de Hidalgo está la Presa Las Golondrinas?
Como te adelantamos, esta hermosa presa que se ha llenado nuevamente de agua por las recientes lluvias en gran parte del país, la podrás encontrar en uno de los 28 Pueblos con Sabor que posee el estado de Hidalgo; se trata de Alfajayucan, que está a 158 kilómetros de la Ciudad de México, lo que corresponde a un par de horas aproximadamente en un viaje en automóvil.
Visitar la Presa Las Golondrinas te dará la oportunidad de admirar un bello paisaje natural, la Parroquia de San Antonio Corrales que en época de lluvias y al crecer el nivel se sumerge parcialmente, y dar un paseo en lancha para recorrer la extensión de este cuerpo de agua; en la comunidad Madho Corrales de Alfajayucan hay este tipo de actividades, y si buscas algo más extremo, también te puedes lanzar desde una tirolesa.
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Para que la experiencia en la Presa Las Golondrinas de Alfajayucan sea completa, tendrás un menú a base de frescos mariscos y a precios accesibles, que saborearás mientras admiras el horizonte de la Presa Vicente Aguirre. Es una excelente recomendación de una salida exprés en familia para los últimos días del verano y evitar así un largo viaje a la playa.
Al visitar el centro del municipio de Alfajayucan, te encantará saborear un delicioso elote, ya que es un destino en el que se conserva la actividad agrícola y cada año realizan el Festival del Elote y el Esquite; también encontrarás pan tradicional y cocoles que los panaderos elaboran de manera artesanal con piloncillo y anís.