La subida del nivel del mar se considera una amenaza existencial para las personas que habitan algunas comunidades ya que el aumento del agua puede desencadenar un éxodo masivo de enormes proporciones, según alertó este martes el secretario general de la ONU, António Guterres.
El jefe de las Naciones Unidas declaró esto en un discurso ante el Consejo de Seguridad, que este martes se reunió para discutir algunos temas generados a consecuencia del aumento en el nivel de las aguas en el ámbito de la paz y la seguridad, algo que ha alertado a los miembros de esta institución debido al caos que podría generar tal situación.
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Según Guterres, la subida de las aguas es un problema en sí como multiplicador de otras amenazas y ya está creando nuevas fuentes de inestabilidad y conflictos. Este fenómeno tan acelerado se da debido a la crisis climática que en el siglo pasado fue mayor que en ningún otro periodo en los últimos 3,000 años. La subida de los mares amenaza las vidas y pone en peligro el acceso al agua, alimentos y atención médica en algunos lugares del mundo.
La entrada del agua salada en estos territorios podría diezmar empleos y economías enteras en industrias clave como la agricultura, la pesca y el turismo, además de dañar o destruir infraestructura vial. En caso de algunas comunidades y países, el fenómeno plantea un problema existencial, sobre todo si se cumplen las proyecciones más alarmantes hechas por organismos científicos.
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Se advirtió que la combinación de la subida del mar y la entrada de aguas saladas en ciertos ecosistemas amenaza, por ejemplo, con convertir en inhabitables algunos de los grandes deltas del mundo como el río Mekong en Vietnam o el de Ganges en la India y Bangladés, un peligro especialmente grave para los casi 900 millones de personas que viven en las zonas costeras de baja altitud, una de cada diez que habitan la tierra.
El diplomático portugués pidió a las comunidades internacionales tomar acciones decididas en tres grandes ámbitos: la lucha contra el calentamiento global, la protección de comunidades vulnerables y la modificación de la legislación internacional para proteger a los desplazados, lo cual ayudará a los afectados directamente por este fenómeno.
Con información de EFE